Los motivos del encierro

Tras varios días de sospechas sobre el futuro del CAP de Rambla de la Marina, el 13 de octubre la Asociación de Vecinos convocó una asamblea informativa en la calle para dar a conocer la situación. En ningún momento se anunció por parte de las autoridades competentes cual sería el futuro exacto de los servicios y de los trabajadores del ambulatorio.




El viernes 28 de octubre de 2011, la Consejería de Sanidad decidió unilateralmente cerrar el CAP y destinar el edificio a oficinas para la gerencia del SAP. Esto supone que los médicos de cabecera y los especialistas que hay pasan a otros centros sanitarios más distantes, aumentando las listas de espera pues han de reabsorber a 15.000 habitantes más, y sin tener en cuenta las dificultades de movilidad que tiene mucha gente del barrio, asunto que quedaba resuelto por la excelente accesibilidad de este centro dada las excasas barreras arquitectónicas para llegar al mismo, al contrario que para el centro de Just Oliveres.

Este consultorio médico fue el resultado de una dura lucha vecinal para conseguir equipamientos de primera necesidad por el barrio. De hecho, el edificio donde reside es una construcción ilegal ya que no cumplía la normativa y está situado a pocos metros de distancia de los edificios colindantes. El vecindario accedió a la construcción del edificio sólo con la condición de que fuera destinado completamente a la atención médica.

Creada una Mesa de Negociaciones compuesta por vecinos y vecinas, AVV y técnicos del ICS, actualmente el CAP funciona como centro asistencial para efectuar pruebas de vista y oído. Pero los vecinos y vecinas de Bellvitge seguimos reclamando médicos de primária y especialistas.