Hoy llora el cielo
de la pena que le da,
porque nuestro querido Bellvitge
otra vez vuelve a empezar.
Con tantísimo trabajo, esfuerzo y sacrificio
que costó construirlo,
ahora vienen a echarnos
de nuestro consultorio querido.
Tenemos una pena muy grande,
no lo podemos remediar,
que nos quiten el consultorio
cuando muchos no podemos casi andar.
Porque ya somos mayores
y muchos estamos enfermos.
Vamos en sillas de ruedas, bastones, muletas...
y vemos que nuestro goieno
nos tiene muy poco en cuenta.
Nuestros hijos y nuestros nietos,
que saben como luchamos,
ahora luchan ellos
para que nos devuelvan lo nuestro.
Empezar a tomarlo en cuenta,
que bien nos lo merecemos
¡devolvednos el consultorio
porque de aquí no nos movemos!
Y si tienen que recortar
que recorten a los millonarios,
que son un montón de ladrones
que se llevan nuestros euros y salarios.
No les importamos nada
sólo robarnos lo nuestro,
y se pelean entre ellos a ver qué pueden ganar,
y pensar en los pobres......
¡a ver qué les pueden les sacar!
Pero tenemos que ser fuertes
y no dejar que nos engañen,
y que abran el consultorio
que tanta falta nos hace.4
Y que se dejen de recortes
y si tienen que recortar,
los millores que tienen en el extranjero
que se los traigan paara acá.
Y vosotros queridos jóvenes,
nunca dejéis vuestro empeño,
y seguid luchando por vuestro barrio
que todos nos lo merecemos.
Todos los del barrio
queremos gritar:
¡Que viva Bellvige y que nos abran el ambulatorio ya!
Autora: Angeles Dominguez (vecina de Bellvitge, 71 años)
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